LOA A JOSE LUIS MELERO – Leída por la concejala
de CHA, Leticia Crespo, en la entrega del título de Hijo Predilecto de
Zaragoza en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, el 8 de octubre de 2016
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José Luis Melero Rivas estrenará sus sesenta (aunque no se le den…), con un nuevo traje de
buscador de tesoros ocultos entre millones de gritos alineados: esas palabras que contienen los libros que ya
nadie lee y que permanecen latentes en baldas de librerías de viejo, o en
destartaladas mesas y alfombras sobre las calles en los mercadillos
domingueros.
A este bibliófilo y escritor de libros en los que recoge historias
jamás contadas, se le despierta un instinto especial cuando, como la vida, también
sale al encuentro de esos libros raros, tremendamente curiosos, escritos
por personas desconocidas. Es entonces cuando Melero se convierte en un ávido captador de historias increíbles.
De hechos que ocurrieron en tiempos remotos o anteayer, pero todos comparten
una característica muy especial: son historias que vivieron aragonesas y
aragoneses que, por razones de toda índole se registraron en libros que para este
zaragozano y zaragocista, son su particular objeto de deseo además, por
supuesto, de Yolanda, su catedrática favorita y la mujer ideal
con la que comparte su vida, que se eleva a la categoría de santa paciente
cuando Pepe Melero regresa de
visitar un mercadillo, porque lo que le apasionan son los libros.
Pero no crean que es lo único que busca, no… Melero es el mayor coleccionista de pingos que existe, y… ¿qué es
un pingo? se preguntaran ustedes. Pues cualquier cachivache, da igual las
dimensiones, lo único imprescindible es que tenga relación con Zaragoza y con Aragón. Pepe Melero puede volver un domingo del rastro con un cartel de
metro y medio que en los años veinte 0 sirvió de anuncio de un fábrica de
Calatayud, con una caja de hojalata que
tiene dibujado el Ebro o con un
pañuelo de seda con un bordado de la Virgen del Pilar con la estrella
miliciana y la bandera de la república.
Pero la faceta más conocida de José
Luis Melero, (aunque como van comprobando, no la única…) es la de
bibliófilo, o lo que es lo mismo, una persona con pasión por atesorar y leer
libros que merecen la pena. Una afición que empezó a cultivar cuando cumplió
los veinte tras descubrir que esos conjuntos de hojas encuadernados no sólo
contaban cosas, sino que también encerraban latidos…, latidos de personas cuya
experiencia vital debía ser incorporada a la memoria colectiva. Por eso es una
suerte que haya querido dejar plasmado por escrito su actividad como detective,
sin gorra ni pipa, porque gracias a esta
voluntad hemos podido conocer cientos de maravillosas historias, otras no tan
maravillosas, pero que en cualquier caso, ocurrieron aquí al lado. En nuestras
calles, en nuestros pueblos, en Aragón.
Leer para contarlo. Memorias de un bibliófilo aragonés, escrito por Melero en 2003 y publicado por
la Biblioteca Aragonesa de Cultura,
tuvo tanto éxito que se revisó y amplió para ser reeditado por la editorial zaragozana Xordica en 2015. Y después de este libro vendría Los libros de la guerra,
editado por Rolde de Estudios Aragoneses en 2006, asociación cultural de la
que fue cofundador en 1976, nacida con el nombre de Rolde de Estudios Nacionalista Aragonés (RENA), otra de sus
pasiones, a la que también se ha dedicado a lo largo y ancho de sus ya 40 años de existencia.
Su biblioteca es tan importante para él que en 2007 recogió las
cubiertas de sus libros más destacados en un libro de autor, “Gabinete de
libros aragoneses escogidos que se encuentran en la biblioteca de José Luis Melero Rivas, en una edición limitadísima de 50 ejemplares .
La vida de los libros, llegaría en
2009. Escritores y escrituras, en
2012. Manual de uso del lector de
diarios en 2013. El tenedor de
libros en 2015. Además de publicar
tres libros colectivos sobre La Jota
ayer y hoy, no en vano, Pepe Melero es también uno de los más
especializados investigadores sobre la jota aragonesa, así se evidencia en “La Jota Aragonesa en algunas de sus coplas
más antiguas o desconocidas” .
Sigue engrosando su lista de publicaciones con Cuentos aragoneses; después llegaron Más cuentos aragoneses y no creo que sea
una sorpresa decir cómo nos hemos acostumbrado a esperar con fruición la
lectura de su columna semanal en la prensa aragonesa.
También es coautor de la edición Los
nuevos ilustrados y de “Pasar haciendo caminos” (título coincidente
con ese precioso verso de “Cantares”, estaba claro, Sr Melero…, Sr. Serrat, que en esos caminos se iban a encontrar en
un acontecimiento como el de hoy).
Melero es tanto Melero que
abre su biblioteca a quien necesita sus
libros para investigar. Nada menos que 35.000 ejemplares a los que tuvo que poner un piso!,
ahora convertido en espacio de encuentro
y lugar de culto especialmente para sus amigos. Sus amigos…..el otro gran
tesoro de Pepe…, se cuentan por docenas…!
¿Y saben por qué? Porque siempre está ahí. Porque este hombre, vale
igual para un roto que para un descosido. Tan pronto acompaña a un escritor en
la presentación de su libro, como pone a cientos de personas en fila para
escuchar sus conferencias sobre el origen de la jota, por no citar sus
habilidades delante de una cámara para presentar un telediario. Pero no crean
que lo hace con cualquiera, se puso a las órdenes de uno de los mejores
directores de cine de este país (con el que tenemos el placer de contar), David Trueba, en una película (“Vivir es fácil con los ojos cerrados”)
que ganó nada menos que seis premios Goya.
Otro de los —como ven— muchos capítulos, en la enciclopedia de la vida
de Pepe Melero es su pasión
incondicional por el Real Zaragoza. Su equipo, prácticamente desde que empezó a andar y del que fue durante tres
años consejero. Lleva el sufrimiento, temporal, con toda la dignidad que
contiene su porte siempre elegante. Sólo le salva la rasmia del León que sigue
viviendo los recuerdos de primera y de los nueve importantes trofeos que ha
ganado el Zaragoza hasta la fecha. Pero… como dice Pepe, volveremos!
Miembro del Consejo de
la Cultura de Aragón, y desde 2015, académico
de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis; al anunciar su
nombramiento la academia manifestó sentirse “especialmente satisfecha de poder
incorporar a estas personalidades de la Cultura y del pensamiento a su elenco
de aragoneses empeñados en construir un Aragón más próspero y más libre”.
Además de buen amigo de sus muchos buenos amigos, José Luis Melero lleva a Aragón en sus venas y a Zaragoza en su alma.
Contribuye día a día a hacer de Aragón el país que anhela y a hacer de Zaragoza una gran ciudad, europea y
aragonesa, acogedora, integradora y mucho más culta, y eso solo es posible
si a esta ciudad se la quiere……. Y…, saben lo que dicen???
Dizen que un
querer, ye de dos no más
Y que ye más
fácil, ferlo caminar,
cuando l´uno
caye, l´otri a devantar,
cuando l´uno
caye, l´otri a devantar.
S´ha feito
de nuey, tú m´alguardas ya,
lo peito me
brinca... te quiero besar!
Qué
orgullo para Zaragoza tener hijos como tú.
Gracias Pepe!