Dedicado a José
Luis Gracia, compañero de clase de EGB y mejor persona. Regenta restaurante en
la Avenida Cataluña, tramo no cedido de nuestras entretelas. No para de pensar
y educar.
Ayer me
comentaron que ayer nos visitó Ferran Adrià en Caixa Fórum dentro de la
colaboración entre esta entidad, su grupo de becarios y elBullifundation, que
tanta cultura de gran calidad está trayendo a Zaragoza.
Además del legado
que de por sí edificio impresionante de la colaboradora del impagable Miralles que ha cambiado para siempre
Zaragoza, mejorándola. A mí me encanta por la noche, como la estación de
cercanías de Goya. Se me acusará de que son caros continentes con poco
contenido pero… no es el caso del primero.
Caixa Fórum Zaragoza por la noche.
Precioso proyecto y ejecución de Carme Pinòs.
Cultura debida a Cataluña con
sede en Zaragoza.
Al acto del
Adrià, va a ir el hijo de un amigo mío que regenta un resturante con él. Bien
visto. A abrirse la mente, dado que Adrià va a versar sobre emprender sin
miedo, sobre volar. Su crío que 22 años lo va a hacer, va a ser un joven
empresario y emprendedor aragonés. De momento, atiende en pie de igualdad con
el resto de sus compañeros, no va de hijo de jefe. Es guapo, capaz y empuja con
pitera. Adrià, más allá de sus farfullos, seguro que le va a impresionar.
Por otra
parte, ojalá los políticos nos regentaran y no gobernarán… Ojalá pudiéramos
utilizar este verbo, pero no.
La
conferencia y asistencia referidas me ha llevado a pensar que Aragón que tiene
una interesante apuesta en denominaciones y alimentos de calidad, pero que hay
una faceta de ellos derivado en que –salvando el intento de Huesca de
capitalidad gastronómica- no parece sobresalir.
La
gastronomía vasca, los restaurantes de costa con sus mezclas imposibles de mar
y montaña catalanes, las tapas del sur y Madrid o el tapeo distinto del norte,
cuyos hitos son Donosti, Logroño y Valladolid…
A Aragón la
gente no viene a comer cordero porque tiene más predicamento en Madrid el
lechazo de Aranda, curioso. Las cerezas del Jerte no son inferiores a las del Jalón ni
mucho menos. Tampoco la miel o el vino. Ni que decir que en pan y repostería
podemos estar en el número 1 del Estado.
Tatau Bistro de
Huesca.
La escuela del Bulli a precios populares en este bar de tapas oscense,
Estrella Miguelón.
Bien, pero no
trasciende. Parece que queda trabajo por hacer. El juetapa o el trato en bares
en Zaragoza son para consumo interno y los precios no reflejan una calidad
uniforme. En Huesca no abren muchos bares el domingo lo que es un lastre para
su desarrollo turísitico.
Solo Teruel
realiza una interesante apuesta colectiva de emparentar su patrimonio mudéjar
con su gastronomía, maridándola eso sí con su jamón y trufas.
Igual que el
hijo de José Luis, tenemos que soñar con Ferrán Adrià de forma colectiva. No para
comer esferificaciones, lo que no nos pega. Ojalá como pueblo tuviéramos el
empuje de este chico que no se va a terminar el mundo. Con deberes muchos o
pocos. Nos olvidamos de que la educación viene de casa en un alto porcentaje.
La educación
aragonesa es, sobre todo, hospitalidad a regalar en nuestro medio desértico.
Los productos
aragoneses son cordero, vino, frutas y verduras únicas en el mundo debido
precisamente a que salen adelante en nuestro medio tan seco. Todos los
productos de cada terroir son singulares, creamos que los nuestros también.
29/11 Luis Iribarren