Cuando uno se encuentra incómodo en la empresa donde presta su trabajo, lo mejor es irse. Pero Gerard Piqué no lo hace, porque no quiere hacer ascos a cobrar una extraordinaria nómina por pocas horas de trabajo ni a aumentar su curriculum deportivo. Esto es lo que le da la Selección Española de Fútbol a Gerard Piqué.
La pela es la pela y poco le importa poner a caer de un burro a algún equipo, donde gran parte de sus compañeros de selección forman parte de él, ni despreciar al Estado que representa, cuando tan “ricamente” se viste con esa camiseta.
Pero aún es mayor la falta de respeto a su entrenador y a sus compañeros de selección, poniéndoles en un aprieto al tener que defenderle ante los medios de comunicación por los silbidos del público cada vez que interviene en el juego, cuando muchos de ellos han sido ofendidos.
Como personaje público que es, y la gran repercusión mediática que tienen el fútbol, al ser referencia para muchos de nuestros jóvenes deportistas; ver en ellos ejemplos de los valores del deporte y las bondades de practicarlo serían su santo y seña. Los hombres se visten por los pies, respeto sus ideología política y su barcelonismo, pero ese respeto ha de ser mutuo. Despreciar, ofender o enfrentar con o sin motivos, dice poco o nada de la persona como tal. Así que si quiere ser consecuente con lo que dice y siente, lo mejor que puede hacer es dejar la Selección. Claro que la pela es la pela.
Daniel Gallardo Marin