Otro
de los aspectos que querría tratar en estas colaboraciones es, al margen de la
arquitectura industrial pero en relación con ella, hablar de nuestro patrimonio
aragonés no siempre demasiado evidente.
En mi condición de jacetano, hay dos asuntos que trataré
brevemente por entenderlos de necesaria reivindicación y puesta en valor: uno
sentimental pero otro material.
Empezando por este último, de niños nuestras madres y
abuelas en Berdún y toda la Canal nos contaban las dietas de ayuno en el Balneario
de Tiermas para superar las afecciones cutáneas que generaban en nuestros
antepasados las fiebres maltas y otras enfermedades casi incurables.
Las curas de barro en Asso Veral que hacía todo el mundo de
la Canal, con novena de dieta de sopa de ajo que ahora es común en Paracuellos
del Jiloca o en el balneario de Camarena de Teruel.
Las fuentes con sabor a huevo podrido que existen en Berdún
de cuyas aguas tanto asco nos daba beber y que, seguramente, provocarían el
surgimiento de ranas y sapos autóctonos sulfurosos.
Vemos el sinclinal entre las zonas nor y supirenaicas que da
lugar al mismo tipo de aguas, así como el cabalgamiento del somontano da lugar
a vinos de parecidas carácterísticas por composición edáfica del suelo en el
Penedés, Somontano, Santolaria, Uncastillo, Olite o Haro, nada menos, y según su
régimen pluvial ó microclimas.
Imagen 1.- El sinclinal, más antiguo que los levantamientos
posteriores.
Pues resulta que esas aguas termales, las de Tiermas, las de
Berdún, son en composición muy parecidas a las que surgen en Vilas del Turbón ó
que dieron lugar al reputadísimo balneario de Camporrells, muy recomendado para
dolencias gástricas por determinados médicos de Barcelona anteriores a Manuel
Campo Vidal.
Sí, nos hallamos en la Canal de Berdún, en L’Ainsa, en
Tremp, en Solsona en un lecho marino con miles de hm3 de agua hacia abajo, con
una enorme importancia kárstica y con una reserva de agua de calidad única en
el Pirineo que, en parte y debida a determinadas fricciones, es sulfurosa en
algunos puntos, no suficientemente conocidos ni reivindicados. Estamos poniendo
en valor una alternativa al consuntivo en espacio y recursos sector de la nieve
en el Pirineo, monocultivo que, como es sabido, no puede ser desarrollado por
todos los valles.
Imagen 2.- El Turbón y su balneario.
Y sí, Yesa está en mitad de una falla. Y también, todos nos
acordamos en Berdún, cuando nos toca reparar nuestras medianeras en el aire,
del terremoto de los años 20 que no terminó con nuestros pueblos por tener las
casas paredes de muralla.