Las ciudades amables diseminan obras de arte por sus barrios, sus zonas de paseo, sus zonas tranquilas. Esta escultura es de Zaragoza. Está en el barrio de Zalfonada en un hermoso corredor verde entre Picarral y Zalfonada, pero entregar un punto no solo de calidad artística sino sobre todo de belleza en contraste con las formas y los colores naturales de los árboles y el césped. Sencilla pero que cubre perfectamente su papel.