El Ayuntamiento de Zaragoza se saca en el 2014 un proyecto
de estudio para analizar en una ponencia documentada el bosquejo de lo que
podría ser la Línea 2 del tranvía de Zaragoza. Jodo, jodo solo, si no fuera por
lo que cuesta.
La intención de tener un estudio sobre el papel costará de
momento 1.650.000 euros del ala. Y la tendremos terminada para finales del año
2016.
Yo me comprometo a tener un plan con las mismas conclusiones,
para finales del año 2014, y por el precio de 1.000 euros, incluido el IVA. Soy
así de bobo.
Lo de retrasar el proyecto está bien si fuera gratis, pero
nos cuesta una pasta. Y lo curioso es que a finales de 2016, cuando ya tengamos
el proyecto, habrá que ponerse a buscar financiación, empresas, iniciar obras,
etc. Es decir, para el 2022 acabado. Jope otra vez. Hay que hacer un estudio
teniendo en cuenta lo que será Zaragoza en el año 2020. Pero no a nivel urbano,
sino a nivel económico y político.
Sabemos que partirá desde Delicias aunque no hay claro si
acudirá a recoger usuarios a la Estación Intermodal o seremos tan escasos que
pasará de largo por la estrecha Av. Madrid que ya tiene un buen servicio de
autobuses.
Que circulará por Conde Aranda aunque los comerciantes no
quieran, pero es lo lógico. Y que llegando al Coso Bajo girará hacia la Plaza
San Miguel sin tener nada claro qué podríamos hacer a partir de ese momento.
Aquí vienen las dudas y las varias posibilidades, que dependen del presupuesto
y de los cambios urbanos de la próxima década. ¿Hacia Las Fuentes? ¿Mejor
pensando ya en Torrero? ¿Dos ramales con la mitad de frecuencia?
Luego está el lío de saber qué empresa hará el obra y se quedará
con la concesión. Aquí las cosas no están nada claras si no se cambian las
leyes. Podrían optar todas las empresas del mundo mundial. Es obligatorio
sacarlo a concurso. ¿Alguien se imagina dos empresas distintas gestionando las
dos líneas de tranvía de Zaragoza por hacerlo a plazos y de poco en poco?