Hoy me han llegado quejas reiteradas y repetitivas de otros
días del mal funcionamiento de la Línea 39 de autobuses urbanos de Zaragoza. Es
como si nadie se diera cuenta de esto, pues no se resuelve o al contrario, al
llegar el verano se restan vehículos de una línea que tiene uno de los mayores
usos por kilómetro recorrido entre todas las líneas.
Pero vayamos a los detalles. Me mandan esta imagen donde se puede
ver hasta cuatro autobuses al final del trayecto en Torrero, que se han ido
amontonando lo que supone un enorme retraso en las frecuencias programadas.
Se me comenta que por la tarde han existido retrasos de más
de 15 minutos, sumados a la existencia de autobuses llenos que no podía parar
para recoger nuevos usuarios. Consultado por el GPS entre las 20 y las 21 horas
he podido constatar frecuencias que iban desde 1 minuto entre vehículos a 27
minutos entre ellos, en la parada del Coso dirección Vadorrey.
Pero desde el Ayuntamiento no somos capaces de penalizar a
la empresa por algo que debe controlar perfectamente pues hay medios para saber
con qué frecuencia funcionan cada uno de los autobuses y sistema para ponerse
en contacto con los conductores y resolver la situación.
Tanto 2013 como 2014 pasarán al recuerdo zaragozano como
unos años muy deficientes en la calidad del transporte urbano en Zaragoza.