Que el alcalde de Zaragoza va por libre dentro del PSOE es
conocido, sobre todo por el propio PSOE que escucha decisiones del señor
Belloch que no las admiten. Pero callan de momento, pues saben que dentro de
Belloch hay muchos votos.
Con la idea planteada por Rajoy para elegir al Alcalde
directamente en una o dos vueltas de votación y por todos los ciudadanos, Belloch
ha dicho que está a favor mientras que el PSOE actual ha dicho que está en
contra. Habrá que esperar.
Elegir a un Alcalde directamente por los ciudadanos suena
bonito, pero tiene un importante problema. Debe disponer de unos poderes muy
altos para que pueda llevar decisiones municipales a cabo sin tener que contar
con todos los concejales; pues si no es así, muchas ciudades se pueden
convertir en huertos paralizados. Sin duda muchos alcaldes no tendrán mayoría
de concejales para aprobar sus cuentas o sus decisiones.
Pero si les damos a los alcaldes todo el poder no tiene
sentido que existan concejales. ¿Para qué? ¿para trabajar solo como si fueran
oficinistas con brazalete? Pues para eso ya están los técnicos. Los concejales
son cargos políticos y debemos optar por tenerlos o por no tenerlos. Y que la
sociedad elija y que no se equivoque. Suena muy bien que los ayuntamientos no
tengan concejales cuando toda la sociedad está en contra de los políticos, pero
antes de decidir hay que conocer bien lo que sucedería y como nadie somos
tontos ya sabemos lo que debemos elegir si nos preguntan.
Si ya en estos momentos a la política de cierto nivel no
acuden los mejores de la sociedad, simplemente por que no quieren; imaginemos
quien acudirá a ser concejal si solo son meros cabezudos que miran y se ríen.
Efectivamente para ser comparsas de las procesiones es mejor que no existan.
Nos ahorraríamos una pasta, pero ojo, las dictaduras municipales serían
tremendas. Asumamos que es eso lo que quiere la sociedad y esperemos unas
décadas para que esa misma sociedad vuelva a pedir democracia.
Por cierto, ahora ya no la hay, que no os quede duda, pero
las reformas van por el camino de que todavía haya menos.