Los datos sobre las visitas del año 2013 que nos ofrecen los
Museos municipales de Zaragoza son desoladores. Si en 9 días la apertura de
CaixaForum atrajo a 36.000 visitantes, el Museo Pablo Gargallo tuvo durante
todo el año 2013: 22.000 visitas. Comparados con los visitantes de la Lonja de Zaragoza que
superaron los 220.000 teniendo en cuenta además que el número de días abierto
durante todo el año es muy inferior al Museo Pablo Gargallo nos lleva otra vez
a solicitar lo obvio.
Primero: que los zaragozanos tienen que poder entrar gratuitamente a
estos museos municipales. Cobrar a los zaragozanos no sirve más que para que no
se visiten y se de aumentada la sensación de abandono, vacío, falta total de
uso. Si además no va gente, los ingresos por visitas son absurdos. ¿Cuántos de
los 11.000 visitantes del Teatro Romano son zaragozanos? Que la entrada fuera
gratuita para los zaragozanos es muy sencilla y ya se propuso a quien debe
tomar las decisiones. Gratuita la entrada a los Museos Municipales a los
portadores de la Tarjeta Ciudadana. Hoy es gratis la Lonja, el palacio Sástago,
el Museo Provincial, el CaixaForum para clientes de Caixa, el Pablo Serrano,
etc. ¿Qué sentido tiene el Museo Pablo Gargallo o los museos romanos pagando una pequeña
entrada?
Segundo: hay que movilizar el concepto de “Museo” de las entrañas de sus
gestores. Un Museo ya nunca más debe ser un simple contenedor. Hay que
revitalizarlos, darles constante vida diferente, moverlos por dentro, hacer
pedagogía, crear servicios internos añadidos a los expositivos.
Un Museo abierto no es nada más que una empresa de servicios
culturales y turísticos que debe promocionarse, pero no tanto con folletos como
con contenidos que vayan creando expectativa de volver. Hay que trabajar
diferentemente con los posibles visitantes locales y los visitantes “de fuera”.
Y la forma es muy sencilla.