La decisiones erróneas de los que gestionan la grandes ciudades son numerosas, algunas graves, otras detalles que el tiempo ha demostrado barbaridades sin sentido. También en Zaragoza se han cometido errores y grandes aciertos.
La Plaza de Castelar, luego Plaza de José Antonio y hoy Plaza de Los Sitios acogió la Exposición de 1908 y para su celebración se edificaron numerosos edificios que algunos permanecen todavía hoy, como todos sabemos. El quiosco de la música figura entre ellas, que ha ido sufriendo diversos avatares. De la Plaza se trasladó hasta el Paseo Independencia, en medio del bulevar junto a la calle Costa. Desde allí se volvió a trasladar a la Plaza entonces José Antonio y desde donde se empleo acertadamente para su uso original, celebrar conciertos públicos y gratuitos las mañanas de los domingos. En una posterior reforma de la Plaza de Los Sitios se decidió trasladarlo al Parque José Antonio Labordeta, en donde ha tenido un desigual y escaso uso, dejando la Plaza de Los Sitios sin una actividad que le ofrecía vida dominical, tanto de música como de familias que acudían con los niños a intercambiar cromos o a otras actividades.
El quiosco de la música del hoy Parque José Antonio Labordeta, de estilo modernista y construido por los hermanos Martínez de Ubago, es un ejemplo de las actuaciones erróneas que moviendo servicios de un lugar a otro, y que se olvidan de que sin personas no hay vida urbana ante ninguna actuación.