Parece broma, si no fuera por que la N-II y la N-232 se cobran vidas todos los años, pero fijar para el año 2024 el desdoblamiento de estas dos carreteras aragonesas es un mal detalle de la barbaridades que podemos cometer por falta de planificación económica y política.
¿Por qué el 2024 y no el 2030 o el 2019? ¿En el 2024 será la inauguración de los desdoblamientos de la N-II y e la N-232 o la primera piedra?, ¿afectará la recuperación o la depresión económica en estas fechas previstas?, ¿quién gobernará en ese año tan lejano, tanto en Aragón como en Madrid?
En política hay que ser sinceros y resulta más profesional decir la verdad, declarar que no se sabe cuando se podrá realizar las obras, que hay que aguantarse y punto pelota, que ahora no toca. Que sí, que esas carreteras de Aragón se seguirán cobrando muchas decenas de heridos y alguna decena de vidas humanas cada año, pero que Alemania no nos deja hacer carreteras. Y al menos, aunque se nos retuerzan las tripas, sabremos que como no somos libres y nos hemos pasado de rosca, ahora nos toca jorobarnos y obedecer a “la jefa” pues no tenemos capacidad libre de gestión. Entiendo que joda admitir que ya no mandamos ni en España, menos todavía sobre Aragón, pero al menos no nos crecería la nariz, puñetas.