Algunos ya han aparecido. Otros son menos evidentes. Son puentes producto de una época, la del Viaducto de Teruel y la del puente de la Avenida América, acceso a la República independiente de Torrero, una de cuyas bellísimas imagen-daguerrotipo acompaña mi artículo sobre la Zaragoza de Aramburu.
Recordemos también cuál fue mi primer artículo, que anticipaba esta serie que tenía tantas ganas de hacer. El puente de Santa Isabel, su relación con Frisco, California. El Golden Gate mirando a Barcelona. Quien escribe, habitante muchos años de la Avenida Cataluña.
Por ello, se han sucedido en la sección puentes simbólicos, puentes históricos, incluso Julio Puente… Cerraremos por último con los míos. En cualquier caso, basta de palabras. Os presento puentes e historias. Todos ellos tienen en común su época y finalidad constructiva, buscando más la belleza que la efectividad.
1.- Puente de los Cantautores, acceso al parque J.A. Labordeta (Zaragoza). 1929.
Del enorme arquitecto turiasonense de nuestras entretelas, Miguel Ángel Navarro. De la época en que se construyó el popularmente denominado Parque Grande y se plantaron los Pinares de Venecia por reclusos de la cárcel de Torrero. Solo por ello y su belleza neomudéjar, pariente de Correos en Independencia, debe recordarse este querido puente, que representa ocio, esparcimiento y búsqueda de brisa con la calor.
2.- Puente de San Miguel en Huesca, sobre el Isuela, nada menos que de 1912. Joya muy desconocida para los aragoneses.
Comparte nombre con el asombroso puente románico de Jaca, que tendrá innegable entrada. Es un puente que permite oler Arguís, las bellísimas aliagas de Monrepós en junio y Tena. Es un puente anterior, se nota, de Gabriel Rebollo. Más Picasso fase “Azul”, para que nos entendamos. Más belle époque.
Sin embargo, esta fascinante y estética construcción es un logro. Un ensayo, el primer puente urbano y una de las primeras estructuras españolas de hormigón armado. No confundirse con su belleza y poética modernistas. Es el hermano desconocido del Casino de Huesca.
3.- Pequeños puentes del Canal Imperial en Zaragoza.
No podía faltar el Canal Imperial, su navegabilidad pronto será recordada desde Torrero. Además es una enciclopedia de ingeniería y arte aplicada.
El mismo contiene una serie de viaductos, puentes, esclusas… bellísimos y muy eficaces. Desde su genial tramo urbano de Gallur, tan holandés, pasando por el Puerto de Torrero y su puente o las esclusas de Casablanca.
Pero mi sentido del blog es dirección-emoción. Por tanto, allá van mis momentos del Canal favoritos. Los componen dos pequeños puentes.
El puente levadizo de acceso al Stadium Casablanca que nos recuerda el ocio y mercancías y pasajeros por el Canal transportadas y el puente de salida del Barrio la Paz, metálico modernista, precursor de tantos otros. En la Rotonda Villa de Pau, precioso nombre de una ciudad que amo, capital de la Navarra francesa de Henry IV.
29/08/2017 Luis Iribarren