Thais Villas Aribau es fragatina y con José Miguel Monzón hacen una dupla de humor socarrón aragonés intentando dar sentido cada noche en el fondo a nuestro carpetovetónico entorno, al frente del histórico referente “El intermedio”.
En Aragón son entendidos y queridos por personas de todas las edades, disfrutamos especialmente cuando hacen la comparación barrio rico-barrio pobre que me gustaría que hiciera Aragón TV en Zaragoza o Huesca.
Hay en ellos algo de jota de picadillo culta. Mucho de morera llena de sabor y azúcar que pincha. Todo de coger velocidad de pensamiento, pese a que se han criado y destacado,
incluso nacido, fuera.
Véase cómo miramos cuando pasamos a ser payasos tristes.
El hecho de que José Miguel cuestione abiertamente que los niños actuales sean el proyecto de sus padres, ilustra sobre el somardismo con el que se emplea a fondo en tantas cuestiones en que se embala de una forma más que nuestra. Su contradictorio padre de Monreal del Campo, militante de la iglesia pero según él muy buena persona, de ninguna forma podría reconocerle como proyecto. En realidad, Monreal una fundación templaria circular fue… De eso hay que salir y no es fácil sin dar portazos contra la hipocresía, como de la biblioteca de “El Nombre de la Rosa”.
El hecho de que invierta en pisos –él dice que deja el dinero en el país y no como otros…- y que se lo reproche precisamente Jiménez Losantos, dice todo sobre la conservadora raíz aragonesa que le corre y no le corroe. Es un buen corte porque el otro seguro que también lo hace.
Profeta en su tierra, ha arrasado de toda la vida cuando ha venido a cantar y contar. A mí me gustaba especialmente su etapa con Reverendo, cuando frecuentaron el Teatro del Mercado en delirantes jam session, contrapunteada la verborrea incontenible del primero con el silencio elocuente y distanciado del maestro madrileño, hijo de procurador de Cortes franquista… Dupla total…
Ahora el contrapunto de Wyoming no es tan silente. Es una capacitadísima periodista fragatina de reciente hornada. Bilingüe y muy eficiente en el uso del catalán y del castellano, como nuestro admirado Moncada de Mequinenza.
Thais Villas aporta esa mirada punzante en clave de comedia, ese gusto por improvisar bajo control, esa alegría de vivir casi nihilista que hace que me reconozca en ella.
Tampoco me parecía extraño verla ataviada de Dona de Faldetes en la fiesta del Pilar de Fraga. Eso sí, con alguna indumentaria al uso pero 4.0.
Me gustan sobre todo sus entrevistas cuerpo a cuerpo, en las que conduce muy sutilmente la ironía aragonesa destructora hacia ese sentido del respeto de no ir hasta el final, tan presente en el Aragón Oriental, también pasado por la fenicia Barcelona… Hasta componer unos cuadros de los entrevistados que, en mi opinión, la aproximan a mi gran maestro componedor de frisos, narrador de los vientos, vida cotidiana y gran cronista político, mi admirado Josep Pla.
Os regalo una de sus reflexiones del libro que más releo, nunca distanciandome, “El advenimiento de la República”
«En este país de hambrientos, de onanistas y de perturbados, el liberalismo se le va a subir a la cabeza a la gente y la pureza utópica de la doctrina va a causar estragos».
16/09/ Luis Iribarren