El pastor de
Carenas se pone traje… Y queda muy pincho e interesante para la presentación de
su nuevo libro de poemas “La bandera del mundo”. Escrito por ese que dice que
suspendía todo en el colegio de su pueblo…
El Cuarto
Espacio se rebela en cohorte liderada por el Alcalde de Tobed, presidente de
DPZ. Exigiéndole a su predecesor un plan inversor de 50 millones fijos de euros
para luchar contra la despoblación zaragozana.
Es curioso,
provincia con la ratio peor de desierto demográfico descontada Zaragoza ciudad.
Y la peor en desequilibrio. Eso sin contar los empadronamientos de residentes
en la capital en esos pueblos.
Está bien la
iniciativa, que con el IAE de Figueruelas y Zaragoza se reactive la
construcción rehabilitadora y algo más. Que se difumine el efecto Anento a la
serranía celtibérica zaragonaza.
Allí tenemos
a este sujeto. El pastor rapsoda de Carenas. No lejano al bellísimo entorno de
la Tranquera y sus afamadas truchas. A apretarse con un blanco de Calatayud con
paso de barrica de 3 meses.
Entorno de Carenas: frutales y truchas.
Buen maridaje. Se come de cojón en Nuévalos, esos restaurantes antiguos…
Son esos
paisajes a los que me gusta huir cuando todo el mundo se mueve a la vez y
detesto incluso mi propio pueblo, yéndome a los vecinos sin bar. Y donde
todavía la hospitalidad tiene otra expresión.
La primavera
es siempre fuente de inspiración para los poetas de los duros secanos. Es un
momento de escasa tregua, como el verdadero verano tranquilo de septiembre y la
cocina de setas.
El pastor de
Andorra, el de Carenas, el de Larués (los hermanos Orensanz)… el pastor de
Orihuela y Ramón Sigé…
No podemos irnos con un poema de Andrés pero ya
encontraremos. Sí con sus reflexiones que no dejan indiferente, en entrevista
concedida al EPA a Joaquín Carbonell:
--Un oficio el suyo que hoy es insólito.
--De mi edad hacia abajo ya no hay nadie. Los políticos hablan de planes de
desarrollo rural, pero yo me paso los días sin ver a nadie en el monte. ¿Dónde
está la gente? ¿Dónde están los rebaños?
--Qué desaparecerá cuando desaparezca este oficio suyo?
--Desaparecerá una cultura propia, una forma de vida. Nosotros somos ecológicos más que ecologistas, así que con nosotros también desaparece el cuidado de la naturaleza.
--¿Conoce al otro pastor, el de Andorra?
--¡No! No lo conocí, pero el otro día vi un homenaje que le hicieron en la tele aragonesa. Me gusta mucho ese hombre.
--¿Por qué le dio por escribir?
--Porque lo hacía siempre, me gustaba mucho escribir. Sacaba ceros en todo menos en redacción. Y luego ya llegó la radio que me pedían colaboraciones, pequeños relatos, poemas... La gente llamaba diciendo que le gustaban mis cosas y no he parado. Pero esto no es ciencia infusa, me he pasado la vida leyendo...
--Y porque con ese oficio tiene mucho tiempo para pensar.
--Sí, pero a veces no es bueno. Si tienes mucho tiempo para pensar y no sabes ordenar tus pensamientos, puedes acabar trastornado. Dirigirlos en buena dirección. Si no tienes con quién contrastar tus ideas te puedes volver loco.
--¿Piensa en cambiar de vida?
--¿Y qué haría entonces? Tengo que vivir...
--Bueno, hay más formas...
--A lo mejor me podría coger un año sabático y dar una vuelta por el mundo. Eso me gustaría.
--O puede montar una casa rural en su pueblo.
--¡Ah, no! En mi pueblo hay ya tres casas y es demasiado. Es muy fashion esto de las casas rurales, pero ya está muy explotado. No da tanto de sí.
--Qué desaparecerá cuando desaparezca este oficio suyo?
--Desaparecerá una cultura propia, una forma de vida. Nosotros somos ecológicos más que ecologistas, así que con nosotros también desaparece el cuidado de la naturaleza.
--¿Conoce al otro pastor, el de Andorra?
--¡No! No lo conocí, pero el otro día vi un homenaje que le hicieron en la tele aragonesa. Me gusta mucho ese hombre.
--¿Por qué le dio por escribir?
--Porque lo hacía siempre, me gustaba mucho escribir. Sacaba ceros en todo menos en redacción. Y luego ya llegó la radio que me pedían colaboraciones, pequeños relatos, poemas... La gente llamaba diciendo que le gustaban mis cosas y no he parado. Pero esto no es ciencia infusa, me he pasado la vida leyendo...
--Y porque con ese oficio tiene mucho tiempo para pensar.
--Sí, pero a veces no es bueno. Si tienes mucho tiempo para pensar y no sabes ordenar tus pensamientos, puedes acabar trastornado. Dirigirlos en buena dirección. Si no tienes con quién contrastar tus ideas te puedes volver loco.
--¿Piensa en cambiar de vida?
--¿Y qué haría entonces? Tengo que vivir...
--Bueno, hay más formas...
--A lo mejor me podría coger un año sabático y dar una vuelta por el mundo. Eso me gustaría.
--O puede montar una casa rural en su pueblo.
--¡Ah, no! En mi pueblo hay ya tres casas y es demasiado. Es muy fashion esto de las casas rurales, pero ya está muy explotado. No da tanto de sí.
Eso sí, ésta es su bellísima descripción
“Trashumantes”.
Que ama su oficio es inequívoco. Buen ritmo poético y pulso:
“Elegimos
los días en que la luna se encontraba en pleno apogeo con el fin de hacerla
nuestra aliada y aprovechar al máximo las horas de fresca cada noche.
Antes
de que saliese el sol, a oscuras todavía, partíamos, emprendíamos ese viaje
incierto aún y sospechando que iba a ser largo, pero con la esperanza de que
culminara felizmente.
El
rebaño se despertaba poco a poco, con silbidos y ladrar de perros comenzaban a
mover los cencerros e inundar la madrugada con el sonido inequívoco de un viaje
que comienza.”
12/04/17 Luis Iribarren