Queda bonito el techo de la Estación Delicias de Zaragoza. Mucho techo para tanto frío, eso si. Es como un techo poco techo. Grande pero poco útil, no sé, como construido con poca idea. Los techos deberían servir para cobijar, para convertir en hogar lo que está debajo. Pero con la Estación Delicias han logrado que los fríos permanezcan excepto en agosto. Un éxito del diseño.