Cada día son asaltadas unas 6 viviendas en Aragón, un 0,3%
anual del total de hogares aragoneses. Cifra alarmante pero que está por debajo
de la media española. Solo el 17% de estos asaltos a viviendas se resuelven
aunque no se logra recuperar la totalidad de lo robado.
Los datos indican que la mayoría de los asaltos se producen
en unifamiliares, en segundas viviendas, en los fines de semana, sin que haya
persona dentro de la vivienda y en horario diurno. Se aprovechan descuidos,
salidas del hogar que son vigiladas por compinches, información que muchas
veces nosotros mismos damos sin darnos cuenta.
La forma de actuación de los violentos sigue unos repetidos
modos. Aprovechan que no hay nadie en casa. Se aseguran de que no vaya a entrar
nadie en los escasos minutos que emplean en el robo. Entran con facilidad en la
vivienda por la puerta abriendo las cerraduras con destreza. En muy pocos
minutos mueven todos los enseres buscando dinero, joyas u objetos de valor. Se
saben todos los trucos que empleamos para guardar las joyas o efectivo en los
hogares. Y salen del piso como si nada hubiera sucedido, cerrando la puerta.
Repito que muchas veces la información para elegir un hogar
u otro se la damos los propios ciudadanos, sabiéndolo o sin darnos cuenta.
Ellos quieren ir sobre seguro y en un momento en que no haya nadie en la
vivienda pues no quieren agravar su delito.