Este año hemos llevado a la Plaza del Pilar de Zaragoza el Árbol de los Deseos, una iniciativa llena de imaginación y de buenas vibraciones para unas fechas en las que todos nos decimos frases optimistas pero luego enseguida se nos olvidan. Los zaragozanos van dejando sus buenos deseos colgados del árbol en espera de que fluyan esos mensajes e impregnen el ambiente y luego las mentes de los que deben obrar por el bien de todos.
La colocación entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la Delegación del Gobierno puede servir para que sus mensajes tengan que volar una pequeña distancia hasta encontrar interlocutores físicos. Un poco lejos les queda lel Gobierno de Aragón, pero…