El escultor zaragozano Alberto Gómez Ascaso las ideó para verlas en la calle, en la Plaza España de Zaragoza, rodeadas de gente paseando y de vida urbana. Pero el número de idiotas parece crecer y a los pocos días, a una de las 8 esculturas le rompieron los brazos.
Todo el conjunto que forma parte de una colección que el autor tituló “Voluntad de suerte” tiene la voluntad de estar varios meses en su lugar, para reivindicar este espacio tras la fuente de los Sitios, como nuevo lugar de paseo tras las reformas de la Plaza España de Zaragoza. Pero todos sabíamos que el riesgo era alto pues el vandalismo se contagia.
El proyecto del autor no queda cerrado ni con estas ocho figuras ni con las 15 ya creadas pues la idea es que vaya creciendo en número y que incuso vayan cambiando las esculturas hoy expuestas por otras diferentes del mismo proyecto.
Por eso, por que Zaragoza se merece tener muchas más esculturas en sus calles, se debe cuidar y promocionar.
No las debemos ver rodeadas de negro, sino abiertas a la calle, rodeadas de ambiente y de ramas, de luces urbanas y de personas.