Pocas tiendas de tamaño relativamente pequeño tenemos en Zaragoza que se puedan comparar en calidad y surtido con Casa Montal en la Plaza San Felipe. Una clásica tienda de ultramarinos convertida en un palacio del sabor y un restaurante para esconderse de las cámras o de curiosos.
La atención está en consonancia con los precios, algo superior a la media. Sus casi 100 años de vida necesitan otros 100 años más para enpezar a pensar que forma parte del paiseja de siempre de Zaragoza.