Antes de que a los desalmados zaragozanos les diera por jorobar las esculturas de nuestra ciudad, antes de que se fueran destrozando todas las formas de arte urbano, histórico o moderno, por gamberros violentos imbéciles, en Zaragoza se podía gozar con mejor o pero calidad y cuidado de muchas esculturas que llevaban entre nosotros muchas décadas.
Este Neptuno, hoy en el Parque Jposé Antonio Labordeta era así antes de que hace unos años le rompieran el tridente y parte de su cuerpo. Se arregló pero se volvió a intentar destrozar. Siempre nos quedarán las fotografías de cuando en Zaragoza no había tnatos imbéciles profundos.