Está Zaragoza
condenada al conflicto con Urbanos de Zaragoza, pues es eso lo que
presuntamente desea la propia empresa, con largas reuniones negociadoras que no
conducen más que a llevar al Juzgado la situación para que sean unos jueces los
que amparándose en la Reforma Laboral anule el actual convenio, rebaje sueldos
y despida a trabajadores de forma más barata.Todo parece calculado hacia el conflicto largo y complicado. ¿No haremos nada los ciudadanos de Zaragoza más que sufrir?
La actitud
del representante empresarial (presuntamente); trabajador y gestor de RRHH, es
de libro. Hace de poli malo, de provocador para intentar que los representantes
sindicales salten violentamente. La postura del mediador de Trabajo es dura
intentando que estas provocaciones no lleguen a su objetivo. Pero no hay
problema. También los representantes sindicales se han leído el libro donde
dice como negociar a la brava y no caer en las trampas.
De los 150
despidos primeros se pasó a 212 para rebajarlos luego en 33 personas como
muestra ante los juzgados de que ellos SI están negociando. Otro sistema de
negociación ya conocido por todas las partes, incluido el juzgado.
El
Ayuntamiento aunque no quiera tendrá que entrar en cuanto a mitad de agosto o
en septiembre se paren los autobuses de Zaragoza. El conflicto está asegurado y
las posiciones no están sobre una mesa de negociación sino sobre el juego de
los tempos, de los juzgados, de las leyes nuevas. Nos tendremos que joder como
usuarios. Y no, no tengo nada que ver con este conflicto. Ni yo ni ningún
familiar mío. Bueno, mi abuelo que falleció en 1934 era conductor de tranvías,
para ser exactos.