Los
trabajadores de Urbanos de Zaragoza, tras una reunión inútil que acabó a las 4
de la madrugada salieron diciendo que “la empresa solo busca aumentar sus
beneficios”. Pues efectivamente, así es, pero es que hay que entender que el
objetivo primero de toda empresa, y el que asegura su supervivencia, es
aumentar los beneficios.
En toda
negociación hay que dejar al margen los objetivos básicos de cada parte. Esos
se sobreentienden. Los trabajadores quieren más sueldo, más seguridad y mejores
condiciones laborales. La empresa tener más beneficios. A partir de estos
supuestos lógicos y básicos hay que construir la solución de toda negociación
laboral. Hay que ver qué separa a las partes y que es lo que nos aleja de conseguir
estos objetivos, cada una de las medidas de por cada una de las partes, puedan
ir tomando si el conflicto se enquista.
Y luego hay
una situación de chiste de Forges. En serio. No es recomendable estar reunidos
hasta las 4 de la madrugada, excepto para asuntos lúdicos. Ambas partes sabían
que estar más allá de las 12 de la noche es una imagen para la galería, un
detalle de mal gusto. No es posible resolver a las 4 de la madrugada y sin la obligación
de tenerlo que hacer por un motivo urgente, lo que no se pueda resolver al día siguiente
con más sentido común.
Zaragoza
necesita soluciones, personas que sean capaces de querer resolver. El servicio
de los autobuses urbanos es un servicio público gestionado por una empresa
privada. Pero es un servicio público, que no se les olvide a las partes. Sacarse de la manga un goteo de rebajas en los despidos, poco a poco como si se tratara de migajas o propinas para aparecer en el juzgado como "los buenos" es de primero de estulticia negociadora, pues encoña a quien recibe las miserias.
Por cierto, la empresa ya sabe hasta donde estarían dispuestos los trabajadores en admitir o asumir en esta negociación. Y esto en toda negociación no es muy inteligente. No es que haya que jugar al despiste, que también, sino sobre todo hay que planificar bien los tiempos. Creo.