También es posible encontrarse en Zaragoza pequeños
destellos de una ciudad que no parece aragonesa. Si cierras los ojos puedes
llegar a pensar que estás en NY o en México, en Colombia o en San Francisco.
Pero no, es Zaragoza junto a las Murallas Romanas, es una manera de entender
que la globalización también cultural ha llegado y nos ofrece rincones
enriquecedores.
Hay que seguir viajando, pero si no se puede, tenemos la
opción de imaginarnos que lo estamos haciendo.