Esta imagen es preciosa, simpática,
ejemplo del exceso de celo de una policía rara que lleva unos días curiosamente
trabajando mucho más de lo que se le exigía hasta ahora.
Nada como embargar los globos al globero que
vendía sin permiso e incautar las pruebas. No sabemos bien a donde se llevan
los globos, pero la imagen es preciosa. Es la Zaragoza de este término de
legislatura, donde todo tiende al cambio, aunque no sepamos si para mejor o
para peor. ¿Se tienen que guardar los globos como prueba de cargo? ¿Si el
juicio se celebra dentro de dos año como es normal, seguirán los globos
manteniendo su tersura, su volumen? ¿Se le puede acusar a un globero de vender
globos desinflados si como parece, así quedarán en el juicio?
Terribles problemas en esta España tan pacífica y
sencilla de entender.