Esta triste imagen es
de la biblioteca de la capilla Pedro Cerbuna de la antigua Universidad de
Zaragoza, junto a la plaza de la Magdalena. El gobierno español declaró esta
capilla situada dentro de la vieja Universidad como Monumento Histórico
Artístico, lo que obligaba a mantenerla y cuidarla. Y exigía que al derrumbar
la vieja universidad esta capilla se conservara y se edificara alrededor de
ella el nuevo edificio de un centro escolar. Era el año 1969 cuando se decide
desde Madrid que aquella capilla había que conservarla.
Pero aquella
biblioteca contenía unos fondos muy importantes que se fueron trasladando a la
nueva Faculta de Filosofía y Letras de la Plaza de San Francisco. Eran tiempos
de dictadura pero Heraldo ya hablaba de ciertos despistes, y las voces de la
calle de pérdidas importantes de libros, que en el traslado nunca llegaban a la
nueva Filosofía y Letras. Asunto este imposible de valorar, pues había muchos
libros ya trasladados y muchos libros sin trasladar, todavía en la vieja
capilla.
Hasta
que en el año 1973, en el mes de mayo, un incendio primero y el posterior
trabajo de los bomberos lograron que los miles de libros que contenía la
biblioteca fueran pasto de todo tipo de abusos; los que no se habían robado al
estar el edificio a la intemperie, quedaran totalmente inservibles y a merced
de los que iban y venían. La capilla se vino abajo, los libros nunca se
pudieron inventariar, y los que en los traslados se habían despistado nunca más
se pudo adivinar si se habían quemado de verdad o si se habían salvado hacia
bibliotecas particulares o mercadillos bibliográficos.
En el año 2013 todavía
algunas personas de buena fe entregaban ejemplares de aquella biblioteca a las
autoridades, para su investigación, libros de los siglos XVI, XVII o
posteriores.