Hoy se han publicado datos de la caída de trabajadores autónomos en Aragón durante estos 4 años de grave crisis económica. Son preocupantes sobre todo por el papel laboral que en alguna medida ejercen los trabajadores autónomos, situados entre trabajadores y microempresarios, capaces de ejercer en un momento dado y algunos de ellos como creadores de empleo.
Los 14.265 trabajadores autónomos que han abandonado su actividad e Aragón se dividen de muy diversa manera entre sectores. Han bajado un 34,66% en la construcción; un 16,36% en comercio; o un 12,35% en agricultura, los tres sectores que partían con más de 20.000 autónomos cada uno, en Aragón.
Una bajada del 13% en industria y del 12,17% en transporte indica que en todos los sectores el comportamiento ha sido parecido, excepto en hostelería en donde se ha mantenido el número.
Es cierto que en el último mes de enero de 2012 se han perdido 972 autónomos, que parece un número muy alto comparado con todos los perdidos durante 2011 que fueron 1.800 durante todo el año, pero hay que saber que el cambio normativo desde 2012 ha obligado en muchos casos que los autónomos con más dificultades tomaran la decisión de abandonar su cotización.
Las soluciones son difíciles, aunque muy necesarias. No hay suficiente liquidez en el sistema como para dotar de ayudas adicionales a un sector muy complejo y diversificado. Parte de este sector es capaz de crecer y crear empleo pero en cambio en muchos otros casos son trabajadores por cuenta ajena que son empleados por grandes empresas (o no tanto) con contratos que utilizan a su modo para tener menos coste laboral. Y en otros muchos casos son contratos de servicios muy personales e incapaces de crear empleo a su alrededor.
Pero si hay que insistir sobre el papel de la formación para que parte de este grupo de trabajadores sean realmente microempresarios que den el salto necesario hacia crear riqueza, empleo y trabajo. Aragón debería tener más contactos con ATA o UPTA, incluso para clarificar legalmente todo el entramado que a veces se emplea para obligar a trabajadores por cuenta ajena para convertirse en autónomos sin serlo. Un trabajadores autónomo debe ser siempre y solo, si realmente trabaja para él y para su microempresa, y creo que en esta línea están avanzando las últimas reformas legales sobre las empleadas de hogar.