Dolores Serrat (PP) lo tiene muy claro con la Universidad pública aragonesa. Molesta a la Universidad privada San Jorge y hay que apretarle un poco más el cuello para dejarla con menos aire. En concreto con 16 millones de euros menos para 2012, ya comprometidos por el anterior gobierno del PSOE más PAR. Y plantea el PP como solución, que la Universidad de Zaragoza concerté con empresas privadas, ayudas o subvenciones, panoja y presupuesto. Vamos, que se convierta en un excelente mercado de universitarios y que las empresas apuesten por ellos.
La idea no es mala si lo básico estuviera cubierto de sobra. No es malo que las empresas de Aragón se mojen más en ayudar a “su” Universidad que es quien le puede proporcionar excelencias. Pero antes de las ayudas de las empresas deben estar cubiertos los gastos básicos y suficientes de la Universidad pública desde los poderes públicos. Todo lo que no sea respetar a la Universidad es perderles el respeto; básico pero que hay que decirlo con fuerza.
Es cierto que puede haber mejorar en la gestión, nunca en recortar gastos laborales, y si acaso en optimizar su eficacia y su dedicación en algunos casos. La idea global en España de que hay que NO contratar a nadie con sueldos públicos es un gran palo para el desempleo y el futuro de una generación de jóvenes que no van a poder recambiar las jubilaciones. Un claro error pero que entre todos nos lo hemos dado, por mala gestión del PSOE o por elegir al PP para que gestione esta crisis.
La Universidad de Zaragoza necesita ayuda, respeto y presupuesto suficiente, pues es la institución que entrega la calidad final a nuestro sistema educativo. A nuestra sociedad más joven. No creer en la formación de calidad para los universitarios y no darles oportunidad de que estén becados en los casos en que se lo merezcan, es un grave error de futuro para Aragón.