El tranvía de Zaragoza, una vez que alcanza el final de Gran Vía, es decir el final de su recorrido, debe subir por la misma Gran Vía pero efectivamente, por la derecha. Como no puede dar la vuelta en la Plaza Paraíso, se ha resuelto con el cambio de cabeza de los convoyes y cruzando por medio de la zona del bulevar de la Gran Vía, hasta alcanzar la vía derecha de subida.
Sería una solución lógica si no fuera por que se cruza por una zona peatonal y además y de momento muy mal señalizada para que los peatones sepan que el tranvía les va a cruzar por medio, como se ve en la imagen.
Este es uno de los puntos más cruciales de la seguridad futura del tranvía en Zaragoza y debería disponer de unos pivotes luminosos en alto que indicaran la llegada de los vehículos, que por cierto, suelen ser bastante silenciosos y que tendrán que hacer sonar sus sistemas de alarma cada vez que crucen esta zona conflictiva.
Se necesitan algo más que carteles indicativos, ya lo verán. Pero no se han realizado las obras para dotar a este cruce de una seguridad mayor. Tendrán que volver a picar las aceras, ya lo verán.