La telecabina de la Expo 2008, que cruza el Ebro desde la Almozara hasta el Parque del Agua en el recinto de la Expo de Zaragoza, ha visto suspendida su actividad, facultando a la empresa Aramón para que pueda desmontar la telecabina cuando considere oportuno.
NO se rescinde el contrato, asunto este totalmente distinto jurídicamente hablando, pues se acogen a distintas cláusulas del contrato de servicio la suspensión de actividad de la rescisión del contrato.
Algo que si pide el PP, curiosamente para que nos coste a todos los zaragozanos una pasta gansa que dejen de funcionar las telecabinas en la ciudad de Zaragoza.
Ambas posibilidades estaban contempladas en el contrato pero son bien distintas para las partes. El contrato establecido con la empresa del telecabina señalaba que si tras dos años el servicio era deficitario, podían trasladar la instalación sin derecho a indemnización. De este modo, Aramón puede decidir el fin de la explotación de este servicio y la retirada del telecabina cuando lo considere.
Pero con todo, y aun sabiendo que es una pena que Zaragoza pierda este servicio, que daba buena imagen, debemos ser conscientes de que no está el horno para bollos y toca recoger los faustos de las fiestas y apagar la luz el último. Ser realistas es lo que toca y no ser tontos también. ¿Quién se hubiera llevado los beneficios si hubieran existido?, pues la empresa que ahora tiene que recoger sus naves.