Otra imagen de Zaragoza para jugar, para observar como se nos pasan inadvertidos muchos detalles de nuestra ciudad, de esa Zaragoza que es más interesante de lo que a veces creemos.
Está en una calle muy céntrica. Muy conocida. Y la cerámica está a la altura de los ojos. Pasamos a su lado, bajamos del bus, pero no siempre la vemos.
En cambio el OJO de la cerámica sí nos mira. Aunque es casi seguro que no nos ve. Creo.