La necesidad de ampliar o mejorar en profundidad o de crear un nuevo Hospital para el Sector Sanitario I en lo que es la zona Norte de Zaragoza y sus localidades de alrededor es indiscutible. Si hay dudas, con ver qué tipo de hospitales y de servicios sanitarios se ofrecen en ciudades vecinas a la nuestra, para más o menos los 210.000 pacientes que da servicio como Hospital de Referencia el Royo Villanova, ya es suficiente.
Podríamos revisar Soria, Logroño, Vitoria, Lérida, Guadalajara, Pamplona, etc.
Hace casi un año, yo en persona le pregunté en el Consejo de Salud de Aragón a la entonces Consejera de Sanidad sobre este asunto y a las pocas semanas me reuní con cinco responsables máximos del SALUD de entonces, para analizar el asunto.
Les presenté un documento con cinco alternativas posibles al tema y a su posición en la Zona Norte de Zaragoza. Y en aquella mañana ya vimos pros y contras de las diversas opciones.
Se quedó en hacer un Plan Funcional que ahora el nuevo Gobierno dice que no se ha podido realizar por errores y mala planificación. Es el PRIMER PASO para resolver esta disfunción en esta Zona Sanitaria de Aragón, pues para los que crean que los ladrillos no resuelven los problemas, y en parte tienen razón, habría que señalar que a veces los edificios no diseñados para el uso actual, impiden que se instalen en su seno diversas máquinas de diagnóstico moderno, o una calidad de servicio que tienen otros aragoneses, otros españoles. Y no quiero dar ni datos ni opiniones sobre esto último.
Cuando hablamos de SALUD hablamos de libertad individual, de años de vida, de calidad de vida.
Y es cierto que desde el primer momento se me dijo que no se podía comenzar la construcción efectiva del nuevo Hospital de Referencia Royo Villanova (o como se llamara) antes de que se finalizar el de Teruel. La vaca no da para tanto presupuesto. Pero que todo lo necesario para comenzar las obras con presupuesto estaría dispuesto en el mismo momento en que una obra en Teruel fuera sustituida por la otra en Zaragoza. No, no me olvido de Alcañiz y su Hospital.
Pero las declaraciones del nuevo Consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón me preocupan mucho. Yo no soy nadie, el asunto es para 210.000 aragoneses de forma directa. Para muchos más pues incluso se podría hablar (otra vez) de ampliar servicios hacia más zonas, dependiendo del tamaño del nuevo hospital.
La petición de un nuevo hospital debe ampliarse (o no) desde más espacios de participación en SALUD, o quedará ya definitivamente olvidado en un cajón, hasta la siguiente década.
El actual Hospital Royo Villanova no guarda relación con otros hospitales por varios motivos, todos ellos maravillosamente disimulados por las personas que trabajan en su interior, y se sabe y se intenta reconocer. Hay médicos especialistas que no admiten las pruebas diagnósticas hechas en los viejos camiones exteriores y lo saben desde hace años en el SALUD. ¿Qué supone eso para los aragoneses?
Es verdad que al final este problema se está resolviendo, pero no otros. La desviación hacia otros hospitales es más alta en este que en otros. El apoyo de la MAZ no es suficiente y se sabe por motivos claramente conocidos y silenciados.
Pero también es verdad que los ladrillos, ellos por sí solos como decía antes, no resuelven los problemas. Si no lo tenemos claro podemos revisar la actual situación del nuevo Ambulatorio del Barrio Jesús. Se necesitan más personas, profesionales y organización en RRHH, y a veces sentido común para buscar sinergias, apoyos, mejores herramientas e incluso mejor diseñadas.
En algunas ciudades durante años se han acercado a copiarnos el sistema del SALUD aragonés. Nuestra forma de funcionar con los Consejos de Salud que NO FUNCIONAN como se diseñaron por miedo equivocado.
La Participación no es mala si se sabe diseñar bien y se le ofrecen motivaciones reales. Y es un desastre si solo se utiliza para disimular y quedar bien.
Efectivamente, hay mucho trabajo en el SALUD aragonés. Esto son solo pinceladas pequeñas. No voy a relatar el trabajo pendiente que es tremendo y poco conocido por los aragoneses.
Que esa es otra, cambiar la Oficina de Prensa del SALUD por una Oficina de Comunicación parece inevitable, pues aunque suene a lo mismo puede ser muy diferente.
Julio M. Puente Mateo - Todavía miembro del Consejo de Salud de Aragón