Siempre nos vigilan, los unos y los otros, pero siempre desde arriba para disimular. Desde hace siglos. Ahora lo hacen de forma sibilina, sin mirarnos, pero antes ponían a gentes importantes en las zonas altas de las ciudades para vigilar a los que pasaban por sus bajos.
Eran las Gentes Importantes de cada sociedad, los que tenían más reparo a que te atrevieras a ir por libre, a que creyeras que podías utilizar tu libertad incluso para ir contra la de ellos que siempre era mucho más grande y poderosa.
Se conformaban con que supiéramos que nos vigilaban, como hacen los Santos y las Vírgenes desde las Iglesias. Saben, sabían ya entonces, que cn el temor a que nos sintiéramos vigilados, ya servía para tenernos asustados y quietos en la mata.