La figura del Justicia de Aragón es imprescindible en nuestro
ordenamiento jurídico pero también en nuestra historia como “juez medio” entre
el Rey y el Reino o entre los nobles de aquellos primeros siglos. Creada la
figura se cree que en el año 1115 y del que se tiene constancia como Primer
Justicia de Aragón en la persona de Pedro Ximénez, aunque no con el nombre de
Justicia de Aragón que la recibe por primera vez sobre el año 1208 Pedro Pérez
Tarazona.
Pedro Ximénez era un rico hombre de Aragón, como todos los
que podían acceder en sus inicios a la figura de “mediador” entre los poderes
de Aragón, y fue elegido durante el reinado de Alfonso I el Batallador. Se cree
que estuvo en el asedio de la ciudad de Zaragoza hasta su reconquista en 1114 y
de allí fue nombrado como Justicia aunque no con las mismas características que
las que posteriormente se fueron añadiendo, por ejemplo la de Presidente de las
Cortes en el año 1283, conjugando en la misma persona ambos deberes en Aragón:
Justicia y Presidente de Cortes, así como Magistrado Mayor.
No es una figura comparable al “Defensor del Pueblo” pues
sus prerrogativas son diferentes y sus funcionas otras, así como su historia.
Otra cosa es que no seamos capaces de darle el valor que realmente tiene, entre
las que además de defender a los ciudadanos en sus derechos contra las
irregularidades de las administraciones, está la de velar por el Estatuto de
Aragón y por el ordenamiento jurídico propio de Aragón.
En estos momentos el Justicia de Aragón es la Tercera Figura
de más autoridad en Aragón, tras el Presidente del Gobierno de Aragón, y el
Presidente de las Cortes aragonesas. El actual Justicia de Aragón (2014), con
el número 69 en nuestra historia de Justicias de Aragón, es Fernando García
Vicente.