Cuando hablamos de reinos españoles, los historiadores nos
avisan de que tendemos a mezclan conceptos y a parar la historia cuando a cada
uno nos parece mejor para nuestros intereses del momento, lo cual es emplear la
historia para nuestro interés puntual.
Aragón tuvo salida al mar Cantábrico antes que al
Mediterráneo por la zona de Guipúzcoa, cuando Pamplona pertenecía al Reino de
Aragón. Si nos basáramos en este momento histórico, Aragón debería reclamar
todo el Pirineo Oeste mientras que el País Vasco desaparece para convertirse en
Reino de Navarra o incluso en Reino de León. Sin olvidarnos de que Lérida fue
territorio aragonés antes que catalán. Pero dejemos la historia donde debe
estar, en el respeto y en el estudio de los profesionales.
Los ciclos históricos los vamos escribiendo en el presente y
se modifican territorios casi siempre con violencia, una vez que las bodas ya
no sirven para eso. Y comento todo esto por el momento en el que España está
entrando en un nuevo ciclo, con una Cataluña que reclama su independencia, pero
con varios territorios más que están atentos para ver qué sucede y actuar en
consecuencia. ¿O alguien piensa que si Cataluña logra lo que desea, bien la
independencia o un trato fiscal excelente, no van a saltar a la palestra nuevas
zonas territoriales que reclamen mejoras sustanciales?
Pero todo tipo de mejoras, en un paquete cerrado de
posibilidades, supone una pérdida para otros. Mejor financiación para Cataluña
si la suma total a repartir es la misma, supondrá un reparto peor para los más
débiles. ¿Y es complicado adivinar quienes seremos los más débiles? El maltrato
geográfico supone la despoblación. Siempre. Sucedió a principio del siglo XX y
volverá a suceder otra vez.
En el año 1900 en Aragón éramos 912.711 habitantes y
nuestros vecinos en Cataluña 1.966.382 personas; 2,16 veces más grande Cataluña
que Aragón. En el año 2013 Aragón somos 1.347.150 personas mientras que
Cataluña ha crecido hasta los 7.553.650 habitantes; hoy son 5,61 veces más
grande Cataluña que Aragón. En un siglo Aragón ha crecido un 47,7% mientras que
Cataluña ha crecido en un 384%. Y España en su totalidad ha crecido en un
250,9% su población. Aragón sale claramente perdiendo.
La fuerza demográfica es la potencia de los territorios
democráticos para lograr mejor nivel de vida. Fuera de las democracias esto no
es tan claro, pero en el mundo occidental ser muchos es el primer índice para
ser mejor. Pero Aragón camina hacia la despoblación sin poder defenderse, sin
saber ponerse de acuerdo ella misma en las medidas a tomar. Que las hay, aunque
suenen a muy duras y diferentes a las que con normalidad admitimos. Tan
complejas de explicar que no lo hago.
Julio Puente
Julio Puente