Una de las representaciones folclóricas aragoneses con más
antigüedad y tradición son los Danzantes de Huesca, que sobre todo en las
Fiestas de San Lorenzo y en la mañana del día 10 de agosto, salen a la plaza
del exterior de la Iglesia de San Lorenzo y hacen una representación de unos
dances de gran reconocimiento, que tras beber de los dances más históricos y
antiguos del Alto Aragón se han ido transformando y modernizando hasta
traducirse en una representación más participativa y popular. Es muy importante seguir investigando esta representación musical para que no se dervirtúe y se pueda mantener sobre los cimientos de su propia historia. Este tipo de representaciones artísticas y musicales solo podrán sobrevivir en los siglos si se asientan sobre su propia historia, sin añadidos modernos que los desvirtúen.
Estas representaciones folclóricas de los Danzantes de Huesca solo se representan en
la ciudad de Huesca y en las fechas de las fiestas de San Lorenzo, lo que las convierte en actuaciones casi únicas en el tiempo y que además se producen
principalmente el día 10 y en una plaza pequeña a la que pueden acudir a
disfrutarlos un par de centenares de personas. Posteriormente actúan el día 11
en la que se denomina Fiesta del Comercio y el día 15 en la Ofrenda de flores y
frutos.
Los dances —sobre todos los de los palos— son danzas
agrarias y ganaderas del mundo rural aragonés, que invocan a la fertilidad de
las tierras y al buen tiempo uniendo el valor de la tierra con el del cielo,
buscando que no hay tormentas pero si aguas suficientes para buenas cosechas. Los
dances de las espadas y del “degollau” son representaciones más de tipo
guerrero, recordando a triunfos posiblemente de la Reconquista.