30.5.12

El futuro del autobús urbano en Zaragoza

Estamos en año de renovación o cambio sustancial de la forma en que se realiza el transporte urbano de autobuses en Zaragoza. Tema este de calado, sobre todo por no poder elegir el Ayuntamiento la fórmula correcta, agarrado por las agallas de las deudas. Lo que parecía ser la idea más aceptada por los actuales gestores de Belloch se está perdiendo por diversos motivos, unos claros otros no tanto. Se deseaba crear una relación diferente con la empresa que diera el servicio, acudiendo a un sistema mixto muy parecido al que existe en el servicio del tranvía de Zaragoza. Crear una empresa mezcla de pública y privada, que ofreciera un servicio de calidad a un precio asumible por la ciudad y por los ciudadanos.

Es cierto que cuando dice Belloch que ese sistema es hoy imposible al no querer las empresas entrar en una hipotética empresa mixta, lo sabe muy bien, posiblemente por que ya lo haya tanteado. Lo cual convierte a la idea en agua pasada.

La siguiente solución pasa por una concesión con clausulas, que hay que negociar con más acierto que la actual con alguna empresa, entre las que figura con camino adelantado TUZSA, por varios motivos. Pero surgirán nuevos novios buscando a Zaragoza como una empresa interesante para ganar dinero, si son capaces de torear ciertas clausulas en el contrato que parecen inamovibles, si somos capaces de no nublarnos la vista apenados por las actuales deudas.

El Ayuntamiento quiere rebajar en 15 millones de euros anuales el coste del servicio, con varias modificaciones. Y hay que tenerlas todas en cuenta. 
1/ Que la empresa que haga el servicio gane menos dinero, y de mejor y más controlada manera. No es lógico el sistema de pagar por kilómetro, pero ojo, tampoco por viajero. El uno es malo para la economía municipal y el otro es muy malo para el servicio de los ciudadanos. 
2/ Que se realicen menos kilómetros; algo fácil, al entrar el tranvía en juego, pero esto tiene engaño, pues al tranvía también habrá que pagarle en proporción. Menos kilómetros son despidos de trabajadores, sobre todo si son a costa de que la suma total del sistema de trasporte urbano sea menor. 
3/ Que se suban las tarifas a final de año o incluso antes. Pero más precio es menos uso, luego, es también más déficit con los mismos kilómetros. Si restamos kilómetros lo haremos sobre los menos rentables, habrá pues ciudadanos que no notarán los cambios y otros vecinos que los notarán mucho por vivir en barrios pequeños.

Si el sistema de subvención municipal se basa en el viajero como unidad y no como ahora en el kilómetro, algunas líneas se cerrarán o se bajarán las frecuencias alarmantemente. Algunos barrios con pocos vecinos tendrán un servicio muy malo y será casi imposible lograr mejorarlo.

Es cierto que los usuarios que utilizan el autobús urbano en Zaragoza han bajado por varios motivos. Todos deben ser tenidos en cuenta pues algunos son inevitables. El tranvía y su uso, la crisis y sus menos usos por no poder acudir al trabajo, la bicicleta que cada vez se usa más, las obras del centro que ha trasladado a personas hacia sus propios barrios o a emplear su coche cuando se desplaza hacia otros barrios. En estos momento TUZSA gana siempre, haya más o menos viajeros, funcione bien o mal el servicio, haya crisis o no la haya, se cuelen los viajeros o paguen sus billetes, se ayude o no se ayude a desempleados y jubilados. Es que a TUZSA no le afecta nada de nada, algo increíble en los momentos en los que vive la economía española actual. TUZSA cobra por kilómetro, vaya vacío o lleno, paguen o no paguen, sea con billete o con tarjeta, se potencie el servicio de bono anual o se hunda el asfalto sobre los pies de todos nosotros. Ilógico.