Ya han vuelto a Zaragoza las cooperantes psicomotricistas desde Etiopía tras montar las salas de psicomotricidad con la ayuda de muchas personas que desde España, desde Mallorca y Zaragoza, y a través de la Ong Mediterránea han logrado un proyecto muy interesante para niños ciegos y con dificultades en Etiopía. Dejaron el gimnasio en funcionamiento con actividades de psicomotricidad e integración sensorial; formaron a los monitores nativos y sobre todo dejaron a un montón de niños felices cuya vida ha cambiado totalmente en los últimos meses.
Niños que como todos los niños son felices jugando, escalando, tirándose por las colchonetas y el suelo. Cosas que son tan normales para muchos niños y tan difíciles para otros.
Y aparte de lo lúdico la psicomotricidad será fundamental para que el trabajo de lectoescritura y cognitivo sean fructíferos que la orientación tiempo-espacio, la disociación de hombro, codo, muñeca y dedos, las funciones ejecutivas, el control postural, se realicen con soltura.
Todo esto se trabaja con los niños desde la sala de psicomotricidad y después pasan a trabajarlas al aula, así los resultados son más reales, significativos y ricos. Se ha organizado de tal manera que como hay dos salas de manipulativo e intelectual y una de psicomotricidad, cada monitor con su grupo pasa por los tres espacios, mientras uno hace sesión de psicomotricidad, los otros dos cada uno en un aula, trabajan su parte curricular y van rotando.
Se terminó la formación inicial de los monitores de Etiopía para esta primera etapa de formación como psicomotricistas y pudieron vivenciar en ellos mismos las sensaciones que muchos de los chicos experimentan en sala mediante las dinámicas propuestas. La integración sensorial de momento se empezará a practicar con los niños que tengan mayores dificultades y una discapacidad intelectual añadida.
Los cambios en los chicos son increíbles, en la expresión bidimensional sobre papel se pueden apreciar ya formas concretas muy próximas a la realidad espacial de los objetos en relación al espacio y a ellos mismos, y muchos empiezan a representar "su hogar, "sus raíces" y a narrar su historia, emocionante de verdad.
Sobre todo han agradecido las autoridades locales de Etiopía que haya una continuidad con estos proyectos. Algo que no siempre se realiza. Más importante que realizar acciones puntuales de ayuda es mantenerlas, seguirlas y tener contacto con las personas que las mantienen vivas en los lugares en donde se actúa ayudando a los monitores locales y continuar con su formación continua.