Me llegan las primeras imágenes desde Etiopía, con la nueva sala de psicomotricidad para niños ciegos, montadas entre otras personas por cooperantes de Zaragoza, es un barrio de la ciudad etíope de Sebeta. Además de montar la sala de psicomotricidad para los niños, se está formando a tres monitores etíopes que allí trabajan, algunos como voluntarios y otros pues… allí trabajan.
Me comentan las chicas que han ido como cooperantes, que en el mercado de Sebeta les están ayudando mucho desde costureras al carpintero o el herrero que les están haciendo las piezas que les van encargando, con atención y valorando su trabajo. Nunca se enterarán que se les nombra tan lejos de su país, pero es de justicia recordar que su trabajo también sirve para lograr que el nuestro funcione y sirva.
La directora del colegio está cooperando mucho para facilitar los trabajos y las enseñanzas, aceptando las indicaciones y facilitando la sala en la que ya hen empezado a realizar ejercicios de psicomotricidad. Los niños son ciegos, no nos ven ni pueden comunicarse con nosotros directamente al emplear lenguas diferentes, pero sabemos por los monitores que se sienten muy contentos, sobre todo a través de dibujos.
Los trabajadores del centro están quedándose más horas de las que deben, para reunirse con las cooperantes en mesas redondas en donde plantean todo tipo de dudas, preguntando por todo tipo de técnicas para ayudar a los niños con dificultades. Están emocionadísimos y muy contentos con la presencia de las zaragozanas.