Terminaron las elecciones y las dudas, y he aquí que nos encontramos un panorama político en Aragón y en Zaragoza distinto al de estos últimos cuatro años. Derrumbe de los dos grandes partidos, más si cabe el Partido Popular, incapaces estos de admitir ninguna autocrítica, ocultando la triste realidad.
Mientras, los socialistas y a pesar de esa pérdida de apoyo, su situación es bien distinta con la posibilidad de sacar tajada y hacerse con la Presidencia del Gobierno de Aragón. Partidos emergentes sobrevalorados, con un respaldo mediático a nivel estatal, les ha sido mucho fácil meter la cabeza en Ayuntamiento y Gobierno. Tampoco le han ido mal las cosas a ese batiburrillo de partidos con tendencias dispares, hasta el punto de poder gobernar la alcaldía de Zaragoza o a Ciudadanos a pesar de su galimatías trasvasista.
La honradez, trabajo y jugar en campo propio, no ha evitado que CHA bajara algo con respecto a las últimas elecciones, aún así, sigue siendo importante para los acuerdos de la izquierda y la gobernabilidad. Sabido es que esta tierra es dura para todo lo nuestro, pero, ¿ahora qué? ¿PODEMOS votará a favor del PSOE después de que les ha llamado corruptos?
Visto como ha sido y lo que hay, al ciudadano de a pie solo le queda esperar y desear que esos acuerdos se hagan con la mayor celeridad y cordura, para que nos saquen cuanto antes de esta crisis galopante, que gestionen la gestión pública y, en especial, la educación y sanidad que para eso han sido elegidos. Ahora unos y otros tienen la responsabilidad de reconducir una situación que ya dura demasiado.
Daniel Gallardo