Zaragoza en Común dentro de la política de transparencia quiere que las reuniones con sus adversarios políticos para configurar el nuevo Ayuntamiento de Zaragoza sean (casi) en la calle y transmitidas por internet, en un alarde de “new” formas, para convertir las negociaciones en algo totalmente transparente lo que suena muy bien, pero solo suena. Luz sí, pero con la médida lógica de la negociación eficaz.
Decir por mi parte que estas formas son absurdas es tanto como asumir casi con miedo que eres de la “casta” o de los viejos políticos, pero lo curioso es que negociar ante una mesa es un “arte” que lleva miles de años sin modificarse, donde sin duda lo importante no es el camino sino la meta, el final, lo acordado. Quien crea que por negociarse con internet delante es más limpio y más eficaz se equivoca y solo llevará a posicionamientos más duros desde el principio y a una falta de negociación y de cintura. Pero de todo y de todos se aprende.
Claro, que, a mi, me gustaría que estas formas se mantuvieran para todo proceso municipal en estos cuatro años próximos. Que no solo fuera para decidir o para mostrar qué tamaño tiene el poder y su capacidad de trabajo por parte de Zaragoza en Común. Para ellos es un error táctico a la hora de ponerse a trabajar, más que para el resto que siempre tienen la posición de estar a la espera desde la oposición. A partir de este momento y si el resto de partidos se quedan al margen de las gestiones del Ayuntamiento de Zaragoza, podrán exigir el mismo sistema, las mismas formas en todos los procesos que se abran en nuestra ciudad. Y puedo asegurar que esto es imposible, además de muy simpático si lo logran.
Su lógica inexperiencia en la gestión municipal, sumado a su aumento de la autoestima, puede llevarnos a todos a convertir Zaragoza en un experimento mundial. Y eso creo, lo sufriremos todos los zaragozanos con una inoperancia complicada, que es tanto como dar la razón a las gentes del PP, que ya me jode.
Julio M. Puente Mateo