En estas semanas electorales se han ido en silencio, han desaparecido del cielo de Zaragoza, han dejado de estar colgadas, sobre todas nuetras cabezas y sin sentido. Han estado 7 años colgadas y desempleadas. Como muchos españoles. Por fin han encontrado un momento para descolgarlas, sabiendo con seguridad que el nuevo Ayuntamiento tampoco les iba a dar sentido en la próxima Zaragoza. Ya no tendremos telecabinas como Barcelona, funicular ni juguetes para irnos de la nada a la nada. Cachisla.