La suciedad es nuestra, nos acompaña hasta que decidimos retirarla. Limpiar es tan importante como no ensuciar, y a veces hay que actuar si no es posible mantener la limpieza.
Madrid sería un ejemplo de inanición por parte de todos los actores responsables de lo urbano, vecinos y autoridades.
La responsabilidad es de los que ven más veces la suciedad por que viven junto a ella. Estos son los que deben cambiar sus hábitos. Esta imagen es de Zaragoza, claro.