Nunca hubo duda que la empresa que daba el servicio de
autobuses urbanos en Zaragoza, entonces TUZSA, abusaba legalmente del Ayuntamiento de
Zaragoza con todo tipo de triquiñuelas que desde el Consistorio no se
revisaban y que eran permitidas por el contrato firmado entre las partes.
Las hay conocidas y las hay NO conocidas. Todo repercutía en los
costos por kilómetro recorrido, incluidos los seguros de los autobuses, el recambio
de aceite o de ruedas, las taquillas de los vestuarios o el papel de WC. Nadie
controlaba el coste de cada producto pero finalmente lo pagábamos indirectamente
todos los zaragozanos. Increíble pues el precio del kilómetro se hacía con
arreglo a los gastos de la empresa. Con el nuevo contrato y sabiendo bien este tipo de relación contractual, no se han evitado los sistemas absurdos.
Seguimos en la misma línea de abusos y a la lógica de tener
que pagar los kilómetros vacíos que hacen todos los autobuses cuando inician la
huelga y se van a cocheras y vuelven luego a su punto de trabajo, tenemos que
soportar que inician la misma bastante antes de la hora indicada, para a las 12,30 estar
todos en cocheras. Absurdo. Se expulsa a los viajeros media hora antes para irse a cocheras de vacío.
Pero lo curioso de todo esto es que a la empresa se la suda
literalmente hacer huelga o no. La huelgas se hacen contra la parte empresarial
desde los tiempos de los romanos. Pero en esta caso a la empresa le supone
menos lo que NO cobrará por kilómetros NO realizados que lo que descuenta a los
trabajadores que hacen la huelga. Jodo qué bobada. Es más cantidad lo que
descuenta de nóminas que lo que no cobra por kilómetros. Así la empresa puede
estar años soportando la huelga. Y los ciudadanos sin un servicio básico.