El Real Zaragoza de fútbol lo está pasando muy mal como empresa, como entidad. No tanto por su posición en la clasificación deportiva, que tan bien pues tras cinco partidos va el último, sino por su grave situación económica, callada y algo escondida, en donde es complicado encontrar jugadores que quieran venir a jugar al equipo Real Zaragoza por su dificultades para pagar nóminas y similares. Dicen, cuentan, que algunos jugadores llevan inmensos retrasos desde hace muchos meses, pero seguro que son habladurías o al contrario, buenas gentes que permiten en lo posible que se resuelvan las críticas situaciones.
En esta temporada 2010/11 ha empezado a jugar el equipo del Real Zaragoza con 14 jugadores extranjeros lo que convierte al equipo en un grupo complejo de controlar, de entrenar, de jugar; con una mezcla muy nueva que hace imposible saber qué futuro tendrá este equipo de profesionales deportivos.
Es casi imposible apoyar al equipo, y las instituciones deberían cuidar mucho este asunto, para no caer en el apoyo económico que en nada resolvería la situación si antes no se toman medidas contundentes para clarificar responsabilidades y cambios. Son momentos de crisis para todos, y de incierto futuro para muchos. Zaragoza necesita al Real Zaragoza, pero nunca a cualquier precio.