Son muchas las ciudades españolas que en su crecimientos y ocupando espacios industriales han decidido dejar como recuerdo elementos que nos indican su procedencia, principalmente chimeneas de grandes fábricas. Las que aquí dejamos son las chimeneas de la azucarera del Arrabal en Zaragoza, emblema de un centro cultural nacido con retraso, el Cubit, y que además de una interesante biblioteca tecnológica acoge a viveros de nuevas mini empresas ayudadas por el Ayuntamiento en sus inicios más la sede del voluntariado de Zaragoza.
Un nuevo barrio se arropa junto a estos vestigios industriales, mirando al futuro urbano de una ciudad que sigue creciendo desordenadamente, pues lo hace a veces a golpe de oportunidad, creando barrios muy alejados del centro y dejando huecos vacíos en los barrios consolidados. Arcosur es un ejemplo de lo que no se debería hacer por distancia y por coste público de unos servicios que pueden nacer escasos, más en periodos de crisis económica.