A veces te puedes encontrar en Zaragoza con pequeños monumentos bastante desconocidos, que representan un recuerdo, un elemento que existió en aquel lugar y que tuvo su importancia para la zona. Este es el caso de “La Compuerta” que existe en el barrio de Santa Isabel de Zaragoza, en la calle de su mismo nombre.
En memoria de la compuesta de regadío que existía en aquel mismo lugar y sirvió durante siglos a controlar la augas de regadío de las extensas y ricas huertas de esta zona zaragozana. Mal conservada, nos recuerda que los abandonos son una constante en nuestra memoria urbana.
Somos capaces de hacer, pero no de cuidar. Una simple mano de pintura municipal, y se resuelve al abandono. Bueno…, sí…, dos manos.