Me da la sensación de que nuestro Neptuno tan histórico él, con tantos años entre nosotros, con tantas ubicaciones en nuestra Zaragoza, no sé…, igual se merecía una atención mejor que la que tiene. Sirvió en la Plaza de la Constitución para dar agua a todos los zaragozanos, y cuando el agua ya entraba por el grifo nos lo llevamos al parque de Macanaz como un poco escondido.
Luego lo trasladamos al Parque José Antonio labordeta, donde hace ya unos años, unos gamberros le quitaron el tridente y le cortaron un brazo. De esto hace ya más de 8 años. Sí, si, ocho años sin mano y sin defensas, pero colocado en su sitio para demostrar que la desidia es de todos.
De esto hace ya mucho, pero no nos apetece repararlo. ¿Para qué? dirán algunos, si Neptuno no se queja. Jodo con Zaragoza. Y eso que esta estatua se construyó en el año 1774, que ya son años, y se merecería un respeto por la edad.