A veces las noticias sorprenden, como esta de el Periódico de Aragón sobre una herencia en el pueblo de Sabiñan. Si es cierto que la propia DGA, es decir el Gobierno de Aragón, no quiere este edificio donado en herencia por su propietario, por tener que invertir 3.000 euros en el tejado, algo nos está fallando en los sesos.
Lo curioso es que según relata la abogada, el edificio al quedarse sin dueño legal, se queda en un limbo de abandono, donde el hundimiento es seguro. ¿De verdad la mejor solución para este bien inmueble es dejar que no tenga dueño y que se hunda? ¿Qué pensaría el dueño, si antes de morir le hubieran dicho que su gran casa se iba a quedar sin dueños por 3.000 euros?
El Gobierno de Aragón no acepta regalos sino a beneficio de inventario. ¿Aunque su valor sea superior al inventario? ¿De verdad no vale este edificio más de 3.000 euros? ¿Qué es realmente el valor auténtico de un edificio; tan solo lo que se puede lograr si se subasta?