22.8.17

Aragonesxs: Fernando Aramburu

Sí, el autor del libro Patria, Fernando Aramburu, vasco de Donostia pero zaragozano de paso. El fenómeno literario. Que estoy leyendo a la vez que tiene lugar la masiva repulsa nacional e internacional, banderas de Cataluña o España me es indiferente, contra la masacre de Barcelona y Cambrils.

Sabemos que ETA entró en esa misma espiral que el yihadismo y parece que fueron a medias: lucha armada para la liberación en su momento, a través de la bomba en los Panetes, la del cuartel Avenida Cataluña e Hipercor en Barcelona. Y lo comento yo que tengo familia también del otro lado, soy descendiente de carlistas, después batasunos y ahora euskaldunes con dificultad olentxera de expresión. En bucle que en Navarra, vencedora de la Guerra Civil y mantenedora de los fueros y su confederación con el resto de España, a mí mismo no me sorprende… Prefería a mi tío yendo a Montejurra…

Elijo el libro y el autor no por eso. Sino porque la lectura de Patria me está recordando la gran literatura de Martínez de Pisón que describe mi escenario de infancia y juventud. Así como la de Miguel Serrano Larraz, el de Berdún, describe la de mi vuelta a Zaragoza, Nirvana en ristre huyendo de Huesca. Momento grunge de mi vida.

La primera dibuja la Zaragoza capital universitaria donde una de sus protagonistas, hija de víctima, se refugia para estudiar Derecho.

Y hay una serie de capítulos fascinantes y cortos, con frases como haikus –los de origen vasco, secretarios de los Austrias por el uso sintético de la lengua-  sobre el clima y ambiente de Zaragoza. Autobiográficos. Aramburu aquí estudió literatura. En esta ciudad que desde Pamplona le pareció a la protagonista terrible, sin mar ni montañas. A la que llegó dormida, a otro mundo…

Pero donde reconoce que fue feliz pues nunca había conocido gente más abierta ni mejor intencionada y pudo travestirse sin problemas como no hija de víctima, su padre pensando trasladar su actividad a Logroño o… Pina si eres panadero… Impulso huída del impuesto revolucionario.

Ponemos a Fernando con ese formidable color satinado de los programas de Página 2. Lleno de color cerámico barcelonés.
Patria nos lanza brevemente a ese ambiente abertzale que yo padecía sin padecerlo por origen –podía estar en medio sin parecer txakurra- en Sangüesa, Isaba o Pamplona por horrorosamente simple, aunque mi familia sea nacionalista sin saberlo. Además de horrorosamente machista, con culto al héroe de coleta. Tenía ganas de pasar de Yesa para respirar soledad.

Tenía en común con el yihadismo -¿debería haberlo puesto en presente?, el aprovechamiento de la desesperación de la juventud rural desnortada –esos eran los nativos, por eso no des-surada-  y de la urbana obrera hija del pleno empleo y con una situación laboral desesperada, muchos con apellidos maquetos. En Euskadi o Navarra, Alsasua o Mondragón son tan urbanas como aquí Torrero, Sabi, Utrillas o Calamocha.
Es natural que en este momento nos cuestionemos si hemos acogido indebidamente al conjunto de musulmanes –a veces internacionales en atletismo-, si nos fiamos de Muguruza o no como nuestra, si es verdad que consumen todos los recursos… No confundir recursos con ayudas sociales con presupuestos insignificantes.

El hijo a cargo de Zapatero era universal –lo cobraron los tres y más-, las cuantiosas ayudas para entrar a residencias de municipios que permiten trabajar a los dos componentes de la pareja con hipotecas de 1.000€, carne de divorcio y dos coches por miembro de la unidad familiar hija de obreros especializados, no las cobra la inmigración ni se miran los ingresos del abuelo sino el empadronamiento de forma chusca –hay picaresca, no les acusemos de pícaros precisamente nosotros…-, las ayudas para renovar el parque automovilístico ¿son progresivas?...

Si a quienes se quieren integrar, lo fácil es decir que no sabemos quiénes o fiarlo a informes de trabajadores sociales, los ubicamos como Suecia en el territorio… habremos de permitirles hacer empresa, progresar, que sus hijos se aprovechen para bien del sistema educativo. Sólo el deporte por conveniencia les integra.
En todo caso, volviendo al inicio, debemos a Fernando Aramburu unas páginas bellísimas sobre la Zaragoza universitaria de los 80 y las Fiestas de Veterinaria a las que un servidor… Iba con vascos y riberanos navarros… Y varias páginas sobre Torrero y la calle López Allué, donde yo precisamente tenía un piso franco de riojanas para hacer el amor por casi primera vez que es la que se busca primero el orgasmo de ellas… que me ponen los pelos como escarpias y me recuerdan a las patatas a la riojana de Bañares con chorizo de… cuando volvía a…

21/08/ 2017 Luis Iribarren