Creo que cada día nos vamos acercando un poco más a que
alguien tenga que asumir responsabilidades de las de verdad por lo que han
hecho con el Teatro Fleta de Zaragoza. Je, je, je. Seré imbécil. ¿En serio me
creo que alguien tendrá que asumir responsabilidades por los millones tirados a
la basura en el Teatro Fleta?
Las obras de rehabilitación comenzaron hace 12 años. En
estos momentos no está como la imagen que os dejo en esta entrada arriba, no, hay que
ser serios, en estos momentos las hierbas tienen más altura y estás más desarrolladas.
En varias ocasiones en estos últimos 12 años desde las
Cortes de Aragón han respondido que enseguida, que ya hay acuerdo y dinericos,
y que somos unos cenizos. Efectivamente, había acuerdo y dinericos. Y las
ruinas siguen siendo las mismas. ¿Para qué sirven los acuerdos?, bueno, los
dinericos si que sabemos para qué sirven, algo es algo.
Tras unos mareantes barullos se acordó como segundo proyecto
que la SGAE lo reconstruyera con 52 millones entre los años 2006 y 2008 para
tenerlo listo para la Expo, je, je. El Ayuntamiento quería una Romareda
restaurada para inaugurar la Expo 2008 y la DGA un Teatro Fleta nuevo para inaugurar
la misma Expo 2008. Al final, je, je, nada de nada.
Aquel Teatro Fleta de la SGAE iba a ser la elche merengada. Teatro, ópera, circo, cine, conferencias, conciertos de rock, fiestas de DJ, en fin, una maravilla. Incluso un aula de formación con 870 m2. La idea era utilizarlo 180 días al año. Un lujo parisino, berlinés, de nuevos ricos.
Aquel Teatro Fleta de la SGAE iba a ser la elche merengada. Teatro, ópera, circo, cine, conferencias, conciertos de rock, fiestas de DJ, en fin, una maravilla. Incluso un aula de formación con 870 m2. La idea era utilizarlo 180 días al año. Un lujo parisino, berlinés, de nuevos ricos.
En el año 2010 nos volvieron a enseñar otro proyecto
ganador, de otro arquitecto soñador. Jodo. Era añadir unos 22 millones a los 14
enterrados ya. Pero no os pongáis nerviosos, seguimos sin mover una maceta en
el año 2013. También era mentira esta vez. Aquel proyecto del Teatro Fleta se
llamaba “077” que quedaba muy molón, y daba igual el nombre pues era solo papel.
Caro eso si, pero papel. Aquel proyecto era de Carulla Portella Sala Serrat -
Camp Arquitectes S.C.P. de Barcelona, que cobró 30.000 euros en concepto de
adelanto a cuenta de sus honorarios y el compromiso expreso del encargo de los
trabajos de redacción del proyecto. ¡¡Haaaaayyyy!!
Tenía que haber ganado el segundo finalista, una ocasión
perdida de reírnos (más) con este tema, en serio. El proyecto finalista se llamaba “Engaña”,
con dos bemoles bien puestos. Claro, era de un estudio de Zaragoza (Magen
Arquitectos S.L.P.) y sabía de qué iba todo esto.
Nos queda para no seguir sufriendo por el Teatro Fleta empezar por tirar el andamio que esconde el solar, derribar
los hierros y poner una plaza vacía, totalmente vacía. "Esto SI es un solar". Y llamarle la Plaza de la Estulticia. La Plaza de los Imbéciles.
La Plaza de los Engañabobos. Tal vez, por qué no, la Plaza del Perdón.